martes, 15 de diciembre de 2009

Enrique López Albújar

Nació en la hacienda de Pátapo(Chiclayo) se consideró un Piurano porque la mayor parte de su vida la pasó en Piura; aunque en los años sesentas del pasado siglo XX hubo confusión acerca de su cuna considerándose erróneamente que fue en Chiclayo, pero él lo aclaró pues se consideraba el piurano de todos los piuranos, pues en sus memorias que escribió en 1962 expresó: "Soy de Piura, de una ciudad pomposamente radiante...". Y Piura lo consideró como hijo predilecto. La recordó en muchas de sus obras. Entre ellas. "De Mi Casona" refiriéndose al solar familiar en la Plaza Mayor de su natal San Miguel de Piura.
Sus padres fueron: Manuel López Vilela y Manuela Albújar y Bravo. Estudió en el
Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe y en sus vacaciones siempre viajaba a Piura. Estudió derecho en la Universidad de San Marcos.
Ejerció la carrera judicial que lo llevó por diversas regiones del interior del país. Entre
1917 y 1923 fue juez de Huánuco, lo que le dio material para escribir cuentos acerca de los indígenas de la zona.

Su obra literaria:

Fue uno de los novelistas más vigorosos del siglo XX y el primer escritor peruano que creó personajes indígenas de verdad.
Inicialmente escribió cuentos de carácter modernista y generalmente fantásticos. En
1920, publicó "Cuentos Andinos", la primera obra importante del indigenismo. En sus relatos, centrados en la vida de los indígenas narraba muchas veces historias violentas, influido por el realismo, y no exentos de prejuicios, dando a conocer al indio, como primer personaje, sin el tratamiento paternalista como había ocurrido en el pasado, sino como verdadero ser humano; resaltando sus virtudes, sus vicios y, sobre todo, su humanidad.
Asimismo, publicó en
1924, "De mi casona", uno de sus más hermosos libros narrando sus primeros recuerdos. En 1928 la novela "Matalaché", de carácter naturalista, sobre un tórrido romance entre una criolla y un esclavo durante la Independencia del Perú.
Otras de sus obras son: "El hechizo de Tomaiquichua" en
1943 y "Nuevos cuentos andinos", en 1927. Tras haber sentado las bases del indigenismo, en los años 1950, terminó escribiendo cuentos realistas de temática urbana, que aparecen en su libro "Las caridades de la señora Tordoya" (1955).


No hay comentarios:

Publicar un comentario